Rehabilitación del convento de las clarisas

2008 Vivar del Cid, Burgos

A3GM: Jesús Mª Alba Elías, Laura García Juárez, Jesús García Vivar, Carlos Miranda Barroso

Espacio de aproximación: Originalmente incluía una rotonda que permitía el acceso de vehículos hasta la puerta del edificio. Se elimina esta posibilidad creándose un espacio previo de estacionamiento que favorece el recorrido peatonal señalado por las bandas de adoquín negro. El plano vacío que pone en valor las fachadas de la construcción se pavimenta con zahorra artificial compactada, cuyo grano más fino constituye un acabado económico y con reducido mantenimiento. Esta superficie se matiza mediante el empotramiento de traviesas de madera tratada, algunas de las cuales se despegan del suelo para definir una barrera que impide la entrada de automóviles.
Zaguán: Se eliminan los peldaños originales. Los desniveles existentes se solucionan con planos inclinados de piedra abujardada que conectan los espacios inmediatos. Estas rampas forman parte de un lenguaje de pliegues que se utiliza para integrar la escalera de comunicación con los locutorios, cuyo trazado y estructura se mantiene. La barandilla primitiva se sustituye por otra realizada con pletinas de acero. Una iluminación sutil a base de luminarias empotradas en el suelo y proyectores ocultos de luz indirecta completan el tratamiento de este ámbito.
Museo: La antigua sala de recepción de visitas se transforma en pequeño museo. El acondicionamiento de esta pieza se lleva a cabo a partir del forrado de los paramentos con tableros de madera de roble. Se consigue así un fondo neutro y homogéneo que además de ocultar la fábrica de poca calidad de las paredes y alguna instalación vista, sirve para acentuar los objetos expuestos: el arcón del Cantar, facsímiles de documentos cidianos y reproducciones de las espadas del Cid. Estos se alojan en nichos protegidos por vidrio de seguridad y accesibles desde el interior del convento.